Salsa de Ají Amarillo

Para la Salsa de Ají Amarillo prepara el ají amarillo:
Lava los ajíes y retira las venas y las semillas (si deseas que la salsa tenga menos picante). Si prefieres un poco más de picante, puedes dejar algunas venas.

Blanquea el ají:
Coloca los ajíes en una olla con agua hirviendo durante unos 5 minutos para suavizar su sabor. Luego, escurre y retira la piel (esto es opcional, pero ayuda a que la salsa quede más suave).

Tuesta la cebolla:
Aunque es opcional fríe la cebolla en un poco de aceite y reserva. Debe quedar dorada.

Licuar la mezcla:
En una licuadora, agrega los ajíes blanqueados, la cebolla, el queso fresco, mostaza, pimienta, orégano, el ajo, las galletas saladas (si decides usarlas para espesar) y el aceite. Incorpora la leche evaporada poco a poco, mientras licúas, hasta que consigas una textura suave y cremosa. Si deseas que la salsa sea más líquida, puedes agregar un poco más de leche evaporada.

Sazonar:
Añade sal al gusto y ajusta el sabor con una cucharada de jugo de limón si lo prefieres un poco más fresco. Licúa nuevamente hasta que todos los ingredientes estén bien integrados y la salsa tenga una textura cremosa.

Reposar y servir:
Deja reposar la salsa unos 10-15 minutos en el refrigerador antes de servir. Esto ayuda a que los sabores se mezclen mejor.
Sirve la salsa acompañando papas cocidas, yucas fritas, o úsala como aderezo para anticuchos, pescados o carnes a la parrilla.