Flan Cremoso a la Vainilla

Para el Flan Cremoso a la Vainilla empezamos por el Caramelo base:
En un cazo, poner el azúcar con el agua.
Cocinar a fuego medio hasta obtener un caramelo de color ámbar dorado.
Verterlo rápidamente en el fondo de un molde grande (o varios individuales) cubriendo bien la base. Reservar.

Infusión de nata y vainilla:
Abrir la vaina de vainilla, raspar las semillas y ponerlas en un cazo junto con la nata.
Calentar suavemente hasta que empiece a hervir. Retirar del fuego, tapar y dejar infusionar 10 minutos.
Retirar la vaina.

Mezcla con las yemas:
En un bol grande, batir suavemente las yemas con el azúcar (solo hasta integrar, sin espumar demasiado).
Verter poco a poco la nata infusionada sobre las yemas, batiendo suavemente para evitar que cuajen.
Pasar la mezcla por un colador fino para obtener una textura sedosa.

Cocción en baño María:
Precalentar el horno a 150 °C (calor arriba y abajo, sin ventilador).
Colocar los moldes en una bandeja honda.
Verter agua caliente en la bandeja hasta cubrir la mitad de los moldes (baño María) bajas a 110ºC.
Cocer durante 60 minutos, hasta que el flan esté casi cuajado pero aún tiemble ligeramente en el centro.

Enfriado y maduración:
Dejar templar fuera del horno, luego refrigerar al menos 4 horas, idealmente toda la noche, para que la textura se asiente.
Desmoldar y servir
Para desmoldar, pasar la base de los moldes por agua caliente unos segundos. O dar con un solpete al molde de metal unos segundos.
Volcar sobre platos hondos, dejando que el caramelo cubra el flan.
Servir tal cual o con un acompañamiento ligero: frutos rojos, nata montada, crema de queso, yogur o ralladura de naranja.