La Legumbre, de buena vaina
Del romano nos viene la denominación Legumbre, es todo fruto o semilla comestible que se cría en el interior de una vaina. Es consumida desde miles de años antes de nuestra era, egipcios, griegos, romanos o árabes ya las usaban en potajes y papillas. Estos últimos durante la invasión a España trajeron consigo la potenciación del barbecho, alternando el cultivo de otros productos con las legumbres.
Provenientes de ciertas plantas de la familia de las leguminosas, estas semillas comestibles como las habas, los guisantes, alubias o lentejas pueden comerse en fresco o en seco.
Las Leguminosas
Esta gran familia de plantas consta de más de mil especies conocidas y tienen una parte fundamental en nuestra alimentación. De ellas se obtiene la legumbre, un producto nutritivo, económico y según la especie muy fácil de encontrar y de conservar.
Lo que distingue a estas plantas de las demás, es que sus frutos tienen forma de vaina, en el interior de las cuales se desarrollan sus semillas. Estas semillas son conocidas como legumbres, y resultan un producto de primer orden en la industria alimentaria humana a nivel mundial. Se trata de alimentos bajos en grasas, pero muy ricos en proteínas, fibra, vitaminas y minerales.
Las leguminosas otras curiosidades y características
Hay muchas especies de leguminosas que, aunque no se consumen por el ser humano, sí se utilizan habitualmente como forraje o para atraer insectos polinizadores.
Además, fijan el nitrógeno atmosférico en el suelo, es decir, son capaces de transformar el nitrógeno del aire en un nutriente aprovechable para las plantas como mineral en la tierra.
¿Cómo lo consiguen?…
Gracias a la simbiosis que las leguminosas mantienen con las bacterias de la familia Rhizobium. Estas plantas forman nódulos en sus raíces, las bacterias toman el nitrógeno del aire y lo transforman en nutrientes para la planta.
Una vez la planta muera, estos nódulos cargados de nitrógeno se incoporarán tarde o temprano al suelo, enriqueciéndolo de forma natural.
Natural y apasionante
Los rizobios se encuentran siempre en todo tipo de suelos, con lo que simplemente con plantar las leguminosas estos entran en simbiosis con la planta y producen esta unión tan beneficiosa para el suelo. Incluso si al inicio aparecen pocos rizomas, solo será necesario dar algo de tiempo al cultivo.
Otro de los beneficios es que acostumbran a desarrollar sistemas radiculares bastante profundos, esto ayuda a soltar el suelo y que en él penetren mejor tanto el oxígeno como los nutrientes, o el agua.
Cuando se añade a esto el hecho de que las flores de las leguminosas atraen a insectos polinizadores, indispensables para la salud de los cultivos, no cuesta entender por qué son una pieza esencial de muchas técnicas de asociación y rotación de cultivos. Aquí puedes aprender sobre Cuáles son los insectos polinizadores y su importancia.
Las leguminosas permiten la técnica del abono verde, que consiste en dejar crecer algunas plantas determinadas en una zona del cultivo para más adelante segarlas y dejar que su materia vegetal se incorpore al suelo.
Para este efecto en concreto es habitual la siembra de veza, tréboles o guisantes, entre otros. Se trata de dejar que la planta crezca, pero sin llegar a desarrollar floración ni fruto, así no consumirá los nutrientes almacenados y estos se incorporaran al suelo. Qué es el abono verde y cómo hacerlo. enlaces info ecologíaverde.com
La legumbre… Manos a la Obra!
Para hacer un guiso con legumbre seca hay que lavarla bien siempre y dejarla a remojo la noche antes.
Al día siguiente se retira ese agua.
Lavar de nuevo y se poner a cocer partiendo de agua fría, excepto los garbanzos que se hacen desde agua tibia. Todo ello siempre bien cubierto de agua y sin dejar de cocer a fuego lento y constante.
La cantidad de legumbre en un guiso depende de su acompañamiento, hay que calcular que la legumbre triplica y en ocasiones quintuplica su volumen tras la cocción.
Tener en cuenta que la sal se añade prácticamente al final de su cocción pues si se echara al inicio endurecería la legumbre.
Puedes arreglar un guiso salado echando 2-3 trozos grandes de patata lavada y pelada, dejando cocer unos minutos, y luego retirárlos y desecharlos, pues la patata habrá absorbido gran parte de la sal.
El agua de la cocción de legumbres es aprovechable para caldos y cremas.
Un truco para acelerar su remojo es cocerlas durante 5min. llevando a ebullición, apagar el fuego, y dejar en reposo durante una hora aproximadamente. Después de este tiempo estarán listas para cocer en cualquier elaboración.
La legumbre se acompaña en guisos con carnes, pescados, mariscos y verduras. En ocasiones se junta a un cereal como el arroz, lo cual supone un alimento muy completo, recomendable en cualquier tipo de dieta.
Algunos tipos de Legumbre
A continuación mencionaremos algunas de las consumidas y producidas en España.
Alubia morada larga, Alubia blanca riñón, Alubia pinta de León, Alubia manteca, Alubia plancheya, Alubia negra de Tolosa, Fesols de Santa Pau, Alubia Pinta alavesa, Alubia común, Judía arrocina, Fabe de Asturias, Judión de La Granja, Lenteja pardina, Lenteja de la armuña, Lenteja rubia castellana, Garbanzo castellano, Garbanzo blanco lechoso o el Garbanzo Pedrosillano, son algunas de las maravillas gastronómicas del territorio español.
Importante es que todas las legumbres quedan mejor elaboradas y servidas el día posterior. Ganan fuerza, consistencia y sabor.