Black Velvet

Para la Black Velvet:
Precalienta el horno a 177°C (350°F). Engrasa tres moldes de 15 cm (6 pulgadas) o dos moldes de 20 cm (8 pulgadas), y coloca un círculo de papel encerado o papel de horno en el fondo de cada uno.

Mezcla los ingredientes secos:
En un bol grande, tamiza la harina, el azúcar, el cacao en polvo, el bicarbonato, la levadura y la sal. Remueve con unas varillas para que se mezclen bien.

Incorpora los ingredientes húmedos:
Añade el aceite, los huevos, el extracto de vainilla y el suero de leche. Bate a velocidad media hasta que esté todo bien combinado.

Añade el café caliente:
Vierte el café caliente en un flujo constante mientras sigues mezclando a velocidad baja. La masa será bastante líquida, pero es lo que proporcionará un bizcocho esponjoso y húmedo.

Hornea:
Distribuye la masa en los moldes, llenando solo hasta 2/3 de su capacidad. Hornea durante 32-36 minutos, o hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio. Deja enfriar los bizcochos completamente en una rejilla antes de desmoldar.

Para la crema de mantequilla negra:
En un bol grande, bate la mantequilla a velocidad media-alta durante unos 5 minutos, hasta que esté suave y esponjosa. (Opcional agrega el queso crema).

Añade el cacao y el azúcar glas:
Reduce la velocidad a baja y comienza a incorporar el azúcar glas y el cacao en polvo negro, poco a poco, para evitar que se derrame.

Incorpora los ingredientes líquidos:
Añade la nata líquida, la vainilla y la pizca de sal. Sigue batiendo a velocidad media-alta hasta obtener una crema ligera y homogénea.

Añade el chocolate derretido:
Cuando el chocolate esté templado pero aún fluido, incorpóralo a la crema de mantequilla y mezcla bien hasta que esté todo integrado.

Montaje de las capas:
Una vez que los bizcochos estén fríos, nivela la parte superior de cada capa si es necesario, cortando con un cuchillo afilado.

Rellena:
Coloca una capa de bizcocho en el centro de tu base de presentación. Aplica una cantidad generosa de crema de mantequilla negra sobre la primera capa, usando una espátula para nivelarla.

Apila las capas:
Repite el proceso hasta apilar las tres capas de bizcocho. Cubre todo el exterior de la tarta con una fina capa de crema de mantequilla para atrapar las migas (crumb coat). Refrigera la tarta durante 30 minutos.

Decora:
Aplica la última capa de crema de mantequilla negra, asegurándote de alisar bien los lados. Para un acabado como el de la foto, usa una manga pastelera con boquilla de estrella para hacer decoraciones en la parte superior. Añade un poco de chocolate fundido en líneas sobre la tarta para darle el efecto visual.