Tarta Red Velvet

Para la Tarta Red Velvet prepara el bizcocho:
Precalienta el horno a 175 °C (calor arriba y abajo). Engrasa y enharina un molde redondo de 20-22 cm de diámetro o coloca papel de hornear en la base.
Tamiza juntos la harina, el cacao, el polvo de hornear, el bicarbonato y la sal. Reserva.
En un bol grande, bate la mantequilla y el azúcar hasta obtener una mezcla esponjosa (3-4 minutos).
Agrega los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición. Incorpora el extracto de vainilla y la esencia de naranja y limón.
Mezcla el colorante rojo con el suero de leche. Incorpora los ingredientes secos al batido en tres adiciones, alternando con el suero de leche, comenzando y terminando con los ingredientes secos.
Por último, mezcla el vinagre con el bicarbonato y añádelo rápidamente a la masa. Remueve hasta integrar por completo.
Vierte la masa en el molde y alisa la superficie. Hornea durante 30-35 minutos o hasta que un palillo salga limpio.
Deja enfriar 10 minutos en el molde, desmolda y enfría completamente sobre una rejilla antes de cortar.

Prepara la crema de queso:
Bate la mantequilla hasta que esté suave y cremosa.
Agrega el queso crema y mezcla a velocidad media hasta integrar bien (2-3 minutos).
Incorpora el azúcar glas tamizado poco a poco, batiendo hasta que la crema sea ligera y firme. Añade el extracto de vainilla y la esencia de coco, (incorpora el chocolate blanco pero tibio, opcional, resta 1/4 del azúcar glas para evitar que sea demasiado dulce). Refrigera si la crema está muy blanda.

Montaje de la tarta:
Corta el bizcocho enfriado en tres capas iguales (base, media y superior) con un cuchillo largo de sierra.
Coloca la primera capa en un plato o base para tartas. Cubre con una capa uniforme de crema de queso.
Coloca la segunda capa de bizcocho, repite con otra capa de crema de queso, y añade la capa superior del bizcocho.
Cubre toda la tarta con una capa fina de crema (para atrapar las migas) y refrigera durante 15 minutos. Luego, aplica una segunda capa más gruesa de crema, alisándola con una espátula.
Decora con migas de bizcocho en los laterales y en el centro, y utiliza una manga pastelera para las decoraciones superiores, como en la foto.