Pollo en Birra

Ingredientes:

Modo de preparación:

Para el Pollo en Birra mezcla en un bol pequeño todos los ingredientes del macerado: aceite de oliva, jugo de limón, pimentón ahumado, paprika, ajo en polvo, sal, pimienta negra molida y hierbas provenzales. Remueve bien para obtener una pasta uniforme.

Lava y seca el pollo por completo. Con cuidado, separa la piel del pollo de la carne, deslizando tus dedos entre ellos sin romper la piel.

Unta generosamente el macerado por toda la carne del pollo, tanto debajo de la piel como en el exterior. Asegúrate de cubrirlo por completo para que absorba los sabores.

Abre una lata de cerveza y bebe aproximadamente 1/3 de su contenido (o retíralo). Puedes utilizar una lata especial para asar pollos sentados o simplemente una lata regular de cerveza.

Coloca la lata o botellín de cerveza en el centro de una bandeja para horno. Toma el pollo macerado y deslízalo sobre la lata de cerveza, asegurándote de que quede parado con las patas hacia abajo y las alas hacia afuera, puedes brindarlo con un cordel de cocina.

Precalienta el horno a 180°C. Coloca la bandeja con el pollo en el horno y hornea durante aproximadamente 1 hora y 15 minutos, o hasta que la temperatura interna del pollo alcance los 80°C.

Una vez cocido, retira con cuidado el pollo de la lata de cerveza. Ten precaución, ya que estará caliente y puede desprender vapor. Deja que el pollo descanse durante unos minutos antes de cortarlo y servirlo.

Es interesante he importante ir regando con sus jugos el pollo de cuando en cuando, también podemos pasar una brocha con aceite de oliva.

Puedes acompañar el pollo con tus guarniciones favoritas, como patatas asadas, ensalada fresca o verduras al vapor.

Notas Finales:

Trucos para el Pollo en Birra:
Seca bien el pollo: Antes de aplicar el macerado, asegúrate de secar bien la piel del pollo con papel de cocina. La humedad en la piel puede dificultar que se vuelva crujiente durante la cocción.

Macera el pollo durante más tiempo: Si tienes tiempo disponible, puedes dejar que el pollo se macere en el refrigerador durante algunas horas o incluso durante la noche. Esto permitirá que los sabores penetren más en la carne y ayudará a que la piel se vuelva más crujiente durante la cocción.

Utiliza una lata de cerveza fría: Si la lata de cerveza está fría al colocar el pollo sobre ella, ayudará a mantener una temperatura más baja en la parte inferior del pollo durante la cocción. Esto permite que la piel se vuelva más crujiente mientras el interior se cocina adecuadamente.

Hornea a temperatura alta al principio: Para lograr una piel crujiente, puedes comenzar horneando el pollo a una temperatura más alta, como 200°C (400°F), durante los primeros 15-20 minutos. Luego, reduce la temperatura a 180°C (350°F) para completar la cocción. Esto ayuda a que la piel se dore rápidamente y se vuelva crujiente.

Aumenta la temperatura al final: Durante los últimos 5-10 minutos de cocción, puedes aumentar la temperatura del horno a unos 220°C (425°F) para obtener un acabado extra crujiente en la piel. Esto se conoce como "acabado a fuego alto" y ayuda a lograr una textura crujiente.

Usa la función de grill o broil al final: Si tu horno tiene una función de grill o broil, puedes encenderla durante los últimos minutos de cocción para dorar y crujir aún más la piel del pollo. Asegúrate de vigilarlo de cerca para evitar que se queme.

Recuerda siempre verificar la temperatura interna del pollo con un termómetro de cocina para asegurarte de que esté completamente cocido (75-85°C o 165°F)